El vínculo que se crea entre jinete y caballo es único es tan único que son solo uno.
La pasión y la voluntad van de la mano y la concentración se convierte en un arte.
Los jueces juzgan pero el jinete y su caballo triunfan no por su puntuación sino por la emoción que suscitan , las personas aplauden ,el jinete sonríe y le susurra a su caballo las tantas gracias que se merece.